Costra láctea: exantemas del recién nacido
Artículo escrito por la Dra. Isabel Miras, Neonatóloga del equipo de Pediatría
Quizás no te resulte extraño haber visto alguna vez en la cabecita de algún recién nacido una especie de costra o aparente eccema de color amarillento. Esto es lo que se conoce como costra láctea y, según nos explica la doctora Isabel Miras Aguilar, pediatra de nuestro equipo: “La costra láctea es una de las primeras manifestaciones de la dermatitis seborreica infantil, la cual es una enfermedad inflamatoria de la piel muy frecuente, aunque algunos dermatólogos la consideran como una enfermedad distinta. La costra láctea aparece en el cuero cabelludo de los recién nacidos en forma de placas descamativas de color amarillo blanquecino, a veces con aspecto algo graso, sobre una base eritematosa. En el caso de los lactantes no suele picar, ni causar molestias”.
Puede que la primera reacción de los padres sea preocuparse, pero este tipo de afección no suele ser motivo de alerta ya que, “en la mayoría de los casos suele remitir de forma espontánea”. Y es que, aunque las dermatitis seborreicas suelen ser fluctuantes, la costra láctea normalmente se resuelve “en pocas semanas o meses desde el inicio”, aunque “en el caso de que persista más allá de los 12 meses de edad, obliga a replantearse el diagnóstico y sospechar la presencia de dermatitis atópica, psoriasis, tiña u otras enfermedades inflamatorias que afectan a la piel”, advierte la doctora.
Asimismo, también puede ser que los papás quieran quitar la costra de la cabecita de su bebé con los dedos, pero hay que saber que esto “no es necesario, sin embargo, si los padres así lo desean, o ante la persistencia del cuadro, se puede aplicar vaselina pura no perfumada o aceites como el de almendras, de oliva o específicos para el recién nacido, con la ayuda de un algodón o la yema de nuestros dedos en el cuero cabelludo”. Y, ¿cómo debe ser la aplicación de dichos productos? “Estos productos se pueden emplear de 1 a 2 horas antes del baño, o incluso, aplicarlos para mantenerlos durante la noche. Estos permiten ablandar las costras y facilitan su retirada con cuidado de forma manual o con un cepillo de cerdas naturales”, recomienda la pediatra.
Cómo es el tratamiento recomendado para la costra láctea
Puede que, en el transcurso de esta afección surja la aparición de algún brote presentando periodos de mejoría y otros de empeoramiento. A los cuidados que mencionaba la Dra. Miras en el punto anterior, en estos casos, podríamos añadir el empleo de “jabones neutros o productos especiales para piel atópica, así como de lociones o sustancias no irritantes para la mejora y disminución de la aparición de los brotes”.
Pero puede haber casos en los que la costra láctea sea más extensa, e incluso, se prolongue en el tiempo, para ello, el pediatra puede recomendar los siguientes tratamientos, que según nos detalla la doctora son:
-En primer lugar, la aplicación de cremas o champús que regulen la producción grasa y presenten acción antiinflamatoria y queratolítica (ayudan a destruir la capa córnea, la más externa, de la piel).
-En segundo lugar, también se pueden emplear antifúngicos tópicos como el ketoconazol al 2% en crema o champú dos veces a la semana durante quince días, pues se piensa que uno de los posibles factores que contribuyen a la aparición de la costra láctea es un hongo cutáneo.
-Y, por último, los corticoides tópicos cuando predomina la inflamación en forma de crema o loción pueden ser empleados también para su tratamiento, aplicados una vez al día durante una semana.
¿Cómo distinguir la costra láctea de una dermatitis atópica?
La dermatitis atópica es una de las afecciones de la piel más comunes en bebés por ello, la costra láctea puede dar lugar a confusión entre los papás. Para ayudarnos a saber distinguir una dermatitis atópica de una dermatitis seborreica (como es la costra láctea) la Dra. Miras nos da una serie de pautas:
- La dermatitis seborreica afecta a los bebés de pocas semanas, mientras el primer brote de dermatitis atópica suelen producirse entre los 3 y 6 meses de vida.
- En cuanto a las zonas de distribución: la dermatis seborreica suele afectar al cuero cabelludo, cejas y pliegues cutáneos como las axilas e ingles; mientras que la dermatitis atópica aparece incialmente en las mejillas y posteriormente afecta a zonas de pliegues de los codos o rodillas.
- En ambos casos los corticoides tópicos pueden mejorar la inflamación. Sin embargo, el uso de antifúngicos tópicos puede ser beneficios en los casos de dermatitis seborreica; mientras que, en caso de la dermatitis atópica, la complicación más frecuente es la sobreinfección bacteriana, secundaria al rascado, siendo preciso el empleo de antibióticos tópicos en este caso.