Síndrome de la Bofetada
Megaloeritema, quinta enfermedad, eritema infeccioso o síndrome de la bofetada
Es una enfermedad viral común en la infancia causada por el parvovirus B19. Se le llama así debido a la característica erupción roja que aparece en las mejillas del niño, a menudo pareciendo como si hubiera sido abofeteado. Históricamente, esta enfermedad ocupó el quinto lugar en la lista de enfermedades comunes de la infancia que presentaban sarpullido, de ahí «quinta enfermedad».
Síntomas
Los síntomas suelen ser leves y pueden incluir fiebre, malestar general, dolor de cabeza y, por supuesto, el sarpullido que comienza en las mejillas y se extiende a otras partes del cuerpo.
Diagnóstico
El diagnóstico suele ser clínico, es decir, mediante la evaluación de los síntomas del niño. Se puede hacer un análisis de sangre para detectar la presencia de anticuerpos contra el parvovirus B19 pero no suele ser necesario.
Contagio y prevención
La infección por parvovirus B19 es muy contagiosa y se propaga a través de las gotitas de saliva que se liberan al hablar, toser o estornudar. Para prevenir el contagio debe haber una buena higiene de manos y cubrirse la boca al toser o estornudar.
Durante el periodo de incubación (1-2 semanas) y al comienzo de los síntomas, el enfermo puede contagiar la enfermedad, dejando de ser contagioso una vez que aparecen las primeras manifestaciones cutáneas.
Cuando está en la fase de erupción, que es cuando se puede reconocer la enfermedad, ya no es contagioso, por lo que si el niño se encuentra bien y no tiene fiebre, no es necesario tomar ninguna medida de aislamiento ni de exclusión escolar.
Tratamiento
Por lo general, no se requiere tratamiento específico ya que la enfermedad suele ser leve y autolimitada. Sin embargo, es importante que los padres consulten a un médico si están preocupados por la salud de su hijo o si el niño tiene condiciones médicas subyacentes que puedan complicar la enfermedad. En casa, los padres pueden ayudar a aliviar los síntomas del niño proporcionando cuidados de apoyo, como mantenerlo cómodo, ofrecer líquidos para prevenir la deshidratación y administrar medicamentos para reducir el malestar y la fiebre.