Hemorragias nasales frecuentes en niños: causas, qué hacer y cuándo consultar
Las hemorragias nasales frecuentes (epistaxis) en niños suelen generar alarma en los padres, pero en la mayoría de los casos no son señal de una enfermedad grave. No obstante, es recomendable que un especialista en otorrinolaringología o pediatría evalúe la situación si los episodios son repetitivos, intensos o se acompañan de síntomas como debilidad, mareos o palidez.
Las causas más comunes de sangrado de nariz en niños incluyen hurgarse la nariz, el aire seco, alergias o resfriados. También pueden tener origen en traumatismos, presencia de cuerpos extraños o el uso de ciertos medicamentos que afectan la coagulación.
En este artículo te explicamos las causas principales, qué hacer cuando aparece una hemorragia nasal y cuándo es imprescindible acudir a un médico (y cómo lo hacemos nosotros desde nuestro servicio pediátrico a domicilio).
Principales causas del sangrado nasal en niños
Entre las causas más habituales que provocan el sangrado de nariz en pequeños destacamos:
- Manipulación digital / hurgarse la nariz: Cuando el niño introduce el dedo o se rasca la mucosa nasal repetidamente, puede dañar los capilares superficiales del tabique, provocando sangrado. Esta es una de las causas más habituales en la infancia.
- Aire seco y clima ambiente: Un ambiente seco — calefacción en invierno, baja humedad ambiental — reseca la mucosa nasal y favorece que aparezcan fisuras que sangran.
- Alergias, resfriados e irritación de las vías respiratorias: La congestión, el moqueo frecuente o estornudos constantes irritan la mucosa nasal, que se vuelve más frágil. Además, sonarse con fuerza puede desencadenar sangrados.
- Traumatismos o golpes: Cualquier golpe leve en la nariz, caída o impacto en la cara puede provocar una hemorragia. En algunos casos puede haber fractura o daño interno.
- Cuerpos extraños: En los niños, es común que se introduzcan objetos en las fosas nasales sin que nos demos cuenta; estos pueden lesionar la mucosa y generar sangrado.
Son factores menos comunes que pueden provocar hemorragias nasales:
- Alteraciones en la coagulación sanguínea (por ejemplo, trastornos hemorrágicos).
- Desviaciones del tabique o malformaciones anatómicas nasales.
- Tumores nasofaríngeos (rara causa en niños, pero motivo de consideración cuando los sangrados son persistentes y unilaterales).
- Otras enfermedades sistémicas que afecten vasos sanguíneos o coagulación.
¿Qué hacer si a tu hijo le sangra la nariz?
 
- Mantén la calma y tranquiliza al niño; el pánico puede empeorar el sangrado.
- Haz que se siente y se incline ligeramente hacia delante (nunca hacia atrás).
- Aprieta la parte blanda de la nariz (la zona inferior del tabique), sosteniendo esa presión de forma constante durante al menos 5 a 10 minutos seguidos.
- Respirar por la boca durante ese tiempo.
- Si al cabo de 5 minutos no deja de sangrar, sigue apretando otros 5 minutos más. Si aún continúa, consulta con un profesional.
- Aplicar compresas frías en la nariz o mejillas puede ayudar a la vasoconstricción (como apoyo, no sustituto de la presión).
- Evita acciones posteriores que puedan reabrir el sangrado: no sonarse la nariz con fuerza, tocar o hurgar la mucosa, ventanas abiertas a corrientes fuertes.
- Una vez controlado el sangrado, mantener ambiente con humedad (uso de humidificadores) y aplicar en ocasiones suave gel salino o pomada dentro de la nariz para proteger la mucosa.
¿Cuándo debes consultar a un especialista por sangrado nasal frecuente?
Aunque muchas epistaxis en niños son benignas, hay circunstancias en las que es imprescindible acudir a un profesional:
- Si no se detiene el sangrado tras 10 minutos de presión correcta.
- Si los episodios son muy frecuentes, recurrentes o interfieren con la vida diaria (más de 5 veces al año como guía).
- Si aparece debilidad, palidez, mareos o sensación de desmayo durante el episodio.
- Si el sangrado es muy abundante o con coágulos grandes.
- Si hay traumatismo en la cabeza o cara asociado o sospechado.
- Si el sangrado se presenta solo por una fosa nasal de forma persistente o acompañada de secreción maloliente.
- Si hay sangrado en otras partes del cuerpo (encías, orina, heces) o facilidad para moretones: puede indicar un trastorno de coagulación.
- Si tras medidas preventivas el niño sigue con epistaxis frecuentes.
Consejos de prevención para reducir la probabilidad de hemorragias nasales
Para reducir la probabilidad de hemorragias nasales en niños, es fundamental adoptar medidas preventivas que mantengan la salud de la mucosa nasal y eviten irritaciones. Estas incluyen:
- Mantener la humedad ambiental adecuada con humidificadores si el aire está muy seco.
- Evitar calefacciones excesivas o ambientes muy resecos.
- Enseñar al niño a no hurgarse la nariz; mantener uñas cortas.
- Uso de suero salino nasal o gel salino suave para mantener la mucosa húmeda.
- Evitar irritantes: humo de tabaco, polvo fuerte, ambientes con aire muy seco o ventilación directa.
- Control de alergias y resfriados con el pediatra, para reducir la irritación nasal habitual.
- Revisiones periódicas si ya ha habido episodios frecuentes, para monitorizar mucosa y vascularización nasal.
Nuestro servicio pediátrico a domicilio para hemorragias nasales
En Equipo Médico Ordovás, ofrecemos un servicio especializado de pediatría a domicilio para evaluar hemorragias nasales recurrentes o persistentes.
- Un profesional se desplazará a tu domicilio en Madrid y alrededores para:- Realizar una evaluación directa de las fosas nasales (rinoscopia anterior u otros métodos adecuados).
- Identificar zonas de mucosa frágil, posibles fisuras o puntos sangrantes.
- Si es necesario, aplicar tratamientos controlados (como cauterización leve, protección local, recomendaciones terapéuticas).
- Ofrecer seguimiento personalizado y pautas de cuidado en casa.
 
Este servicio, permitiendo atención especializada con comodidad.
 
 

 
 
 
