Impétigo
Impétigo, la infección infantil más común del verano
El impétigo es una infección superficial y localizada de la piel, producida por bacterias que son habituales en el exterior de la misma: Streptococcus pyogenes y Staphylococcus aureus principalmente, según definen desde la Asociación Española de Pediatría (AEP). “Estas dos bacterias habitualmente conviven con nosotros en la superficie de nuestra piel sin producir ningún problema en condiciones normales. La infección se produce cuando sufrimos alguna herida o excoriación, y las bacterias aprovechan para invadir esa zona previamente sana”, explica la Dra. Silke Bianca Kirchschläger Nieto, pediatra del Equipo de la Dra. Ordovás.
Se trata de una infección que es muy común durante el verano ya que tanto la humedad como el calor son sus ‘caldos de cultivo’. Además hay una mayor exposición de la piel lo que da lugar a más cortes o heridas y picaduras de insectos (puedes informarte de cómo tratar las aquí).
¿Cuáles son los síntomas del impétigo?
Normalmente las lesiones comienzan en forma de granito de color rojo, que se transforma en ampolla y, cuando esta explota, se forman las costras amarillentas típicas del impétigo, conocidas como ‘costras melicéricas’ porque su color recuerda al de la miel; “aunque, en ocasiones, no llegamos a observar la fase de ampolla y sólo vemos la costra”, aclara la doctora.
¡Papás! No hay que preocuparse porque estas costras no dejan cicatriz, pero sí hay que tener cuidado porque el impétigo es muy contagioso. “Es habitual que se produzcan más lesiones satélites por contigüidad o en otras localizaciones por el rascado. Y pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, aunque es más habitual en la cara (alrededor de la nariz y en la barbilla) y en las extremidades”, asegura la doctora.
Normalmente es común en niños de entre 2 y 6 años debido a que tienen más tendencia a rascarse y es que, dichas lesiones, son bastante incómodas ya que pueden producir picor, ardor e incluso dolor. La Dra. Kirchschläger, además, añade que “no se suele acompañar de fiebre prácticamente nunca, pero sí es frecuente que se observe un aumento del tamaño de los ganglios de la zona por la respuesta inflamatoria a la infección localizada”.
¿Se puede prevenir de alguna manera su aparición?
Tal y como nos explica la Dra. Kirchschläger al inicio del post, el impétigo aparece, generalmente cuando, tras una herida o picadura, las bacterias ‘aprovechan’ para penetrar en nuestra piel traspasando la barrera cutánea y produciendo la infección. “Por este motivo, la mejor medida preventiva, sin lugar a dudas, es mantener una higiene adecuada. Es importante un lavado de manos frecuente y cualquier herida superficial debe lavarse inmediatamente con agua y jabón y, posteriormente, aplicar alguna solución antiséptica (como, por ejemplo, clorhexidina)”, indica.
Los niños que padecen dermatitis atópica tienen una mayor predisposición a este tipo de infección, por ello, la principal recomendación será “mantener una hidratación adecuada de la piel con emolientes y las uñas cortas y limpias en estos pacientes”, dice la doctora.
Cómo se trata el impétigo
Para aliviar los picores y quemazón que producen las lesiones de la piel lo más aconsejable es lavarlas con agua y jabón de forma muy suave y varias veces al día. “Su médico pautará además una crema antibiótica tópica que se suele aplicar sobre la región afecta entre 2-3 veces al día durante 7 días. Las más empleadas son la mupirocina o el ácido fusídico. Ocasionalmente, si las lesiones son muy extensas, no evolucionan de forma adecuada con el tratamiento en crema o aparecen síntomas generales como la fiebre, podría ser necesario iniciar tratamiento antibiótico tomado por vía oral. La curación debería comenzar al cabo de 2-3 días de iniciar el tratamiento antibiótico”, observa la Dra. Kirchschläger.
Consejos para padres a tener en cuenta
Si has notado que tu hijo tiene alguna lesión que pudiera ser impétigo, debes acudir a su pediatra para valoración y tener especial cuidado siguiendo las siguientes recomendaciones que proporciona la doctora:
- Es contagioso hasta que desaparezcan las erupciones o bien hasta que hayan transcurrido dos días desde el inicio del tratamiento antibiótico con evidencia de mejoría. Durante este tiempo es importante mantener la zona siempre limpia y seca, extremar higiene de manos, mantener uñas cortas y procurar que no se toque las lesiones.
- Si se tiene contacto con las lesiones, se debe realizar posteriormente un adecuado lavado de manos y del sitio expuesto con agua y jabón.
- También conviene lavar a diario la ropa sucia, sábanas y toallas que entren en contacto con las lesiones.
- Evitar baño en piscina y playa hasta notar mejoría.