Gastroenteritis aguda
La gastroenteritis aguda (GEA) es la inflamación del tracto digestivo que cursa con deposiciones líquidas y más frecuentes y suele acompañarse de vómitos, fiebre y dolor abdominal. La duración suele ser menor de 7 días y no mayor de 14 días.
Un niño menor de 3 años puede sufrir entre 0,5 y 2 episodios al año, siendo mayor la incidencia en niños que acuden a escuela infantil y más grave cuanto más pequeño es el niño. Es una de las enfermedades más frecuentes durante la infancia. La causa más común es por virus, sobre todo por rotavirus. Desde la comercialización de la vacuna frente al rotavirus se ha evidenciado una importante disminución de casos. Otras causas de GEA son: intoxicación alimentaria o por agua contaminada de bacterias o parásitos, infección respiratoria o de orina, alergias a alimentos, antibióticos, etc.
A veces es difícil diferenciar una GEA de causa vírica de una bacteriana. Ambas pueden cursar con fiebre, malestar y dolor abdominal. La vírica es más habitual en invierno y la bacteriana se relaciona más con el verano y el consumo de alimentos contaminados o en mal estado y suele presentar sangre o moco en las heces. Aquellas causadas por parásitos son raras en países desarrollados y suelen durar semanas o meses. Por eso es importante informar cuando se ha realizado un viaje al extranjero.
La diarrea de origen infeccioso es contagiosa. Dependiendo del microorganismo, se puede contagiar desde antes de que aparezcan los síntomas hasta incluso semanas y meses después de que sus síntomas se resuelvan. Es muy importante una buena higiene de manos, sobre todo tras cambiar el pañal o tras ir al baño. El niño no debería acudir a la escuela o al colegio mientras duren los síntomas.
Lo importante cuando un niño presenta vómitos o diarrea es vigilar los SIGNOS DE DESHIDRATACIÓN:
- Boca seca.
- Ausencia de lágrimas.
- Orina concentrada y escasa.
- Pérdida de turgencia cutánea (al pellizcar la piel permanece la forma del pellizco).
- Palidez, relleno capilar lento (al presionar la piel y volverse pálida tarda más de 2 segundos en recuperar su color rosado).
- Fontanela de la cabeza hundida.
- Mareo o bajo nivel de conciencia.
- Respiración a normal.
Manejo de un niño con vómitos y diarrea
Se debe comenzar ofreciendo una solución de rehidratación oral (SRO) con una jeringa o cucharadita (50ml por kg de peso a lo largo de 4 horas). Así iremos “engañando” al aparato digestivo y reponiendo el líquido perdido. No ocurre nada si pasa varias horas sin comer pero sí es MUY IMPORTANTE mantenerle bien hidratado y esto sólo se consigue con SRO, no con agua ni con bebidas isotónicas o deportivas (estas tienen demasiado azúcar y tienen niveles inapropiados de electrolitos para el paciente con diarrea).
En el caso de los lactantes de lactancia materna esta debe seguir siendo a demanda, no se debe de suspender.
Una vez que el niño ha pasado varias horas sin vomitar y ha recuperado el apetito se puede comenzar a introducir alimentos:
- No es necesario evitar productos lácteos.
- Los alimentos mejor tolerados son carbohidratos (arroz, trigo, patatas, pan), carnes magras, yogur natural, frutas y verduras.
- Evitar alimentos que contengan azúcares, grasas o que sean flatulentos.
- El uso de probióticos ayudan a restaurar la flora intestinal dañada reduciendo el volumen de las deposiciones y la duración de la diarrea.
La diarrea suele resolverse sola y no requiere tratamiento medicamentoso. Los antibióticos se emplean única y exclusivamente cuando se conoce la causa o cuando esta se sospecha sobre todo tras viaje reciente a un país endémico. Los antieméticos y antidiarreicos están contraindicados en niños ya que aumentan el riesgo de penetración del germen y de septicemia.
Debe ser evaluado por un pediatra si tiene
- Edad menor de dos meses.
- Vómitos durante 12 horas (6 horas en bebés).
- Más de ocho deposiciones abundantes al día.
- Dolor abdominal durante más de 3 horas.
- Signos de deshidratación.
- Fiebre alta (39-40ºC) que no cede bien con antitérmicos.
- Enfermedad crónica como diabetes o insuficiencia renal crónica.